Entrenamientos de Alta Intensidad Pueden Ayudar a Suprimir el Hambre y Promover la Pérdida de Peso

Un estudio reciente ha revelado que los entrenamientos vigorosos, como correr, nadar o practicar spinning a alta velocidad, son más efectivos para suprimir el hambre que ejercicios de menor intensidad, como caminatas rápidas o yoga. La investigación, publicada en la revista Journal of the Endocrine Society, destaca que estos entrenamientos reducen los niveles de la hormona del hambre, la grelina, lo que podría ayudar en los esfuerzos de pérdida de peso.

Según la investigadora principal Kara Anderson, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia, “el ejercicio de alta intensidad suprimió los niveles de grelina más que el ejercicio de intensidad moderada. Además, las personas reportaron sentir menos hambre después del ejercicio intenso”.

La Grelina y su Relación con el Hambre

La grelina, conocida como la "hormona del hambre", desempeña un papel crucial en el control del apetito y el equilibrio energético. También influye en otros aspectos del cuerpo, como los niveles de azúcar en sangre, la función inmunitaria y el sueño. En el estudio, los niveles de grelina en la sangre se redujeron significativamente en las mujeres después del ejercicio intenso, mientras que en los hombres los cambios fueron menos pronunciados.

Los investigadores midieron la intensidad del ejercicio mediante los niveles de ácido láctico en el torrente sanguíneo, producido durante actividades físicas vigorosas. Descubrieron que los ejercicios por debajo del umbral de lactato no alteraban los niveles de grelina, mientras que las actividades intensas los reducían notablemente.

El Ejercicio como Parte de un Programa de Pérdida de Peso

La investigación sugiere que personalizar la intensidad del ejercicio podría ser clave para alcanzar objetivos específicos de pérdida de peso. “El ejercicio se debe considerar como una ‘droga’, en la que la ‘dosis’ se debe personalizar según las metas personales del individuo”, planteó Anderson.

Además, los entrenamientos de alta intensidad pueden ser particularmente útiles para aquellos que buscan controlar el apetito como parte de un programa integral de pérdida de peso. Sin embargo, la investigadora también resalta la importancia de adaptar las rutinas a las necesidades individuales para maximizar sus beneficios.

Implicaciones de los Hallazgos

Estos resultados refuerzan la idea de que el ejercicio no solo mejora la condición física, sino que también tiene un impacto directo en el control del apetito y la regulación hormonal. Si bien los entrenamientos de alta intensidad pueden no ser adecuados para todos, especialmente para quienes tienen limitaciones físicas, representan una herramienta efectiva para quienes buscan reducir el hambre y mejorar su equilibrio energético.

Fuente: Infobae.com

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